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Tener el coche en buen mantenimiento minimiza en gran cantidad el consumo. Un coche revisado y puesto a punto ahorra dinero en combustible, disminuye la contaminación y minimiza el desgaste del motor.


Amortiguadores

Hazlos revisar cada 20.000 kilómetros. Su deterioro es imperceptible para el conductor. Los amortiguadores no sólo proporcionan confort en la conducción, sino que también representan una garantía de seguridad, puesto que ayudan a controlar el vehículo, especialmente a altas velocidades y en situaciones de riesgo. De hecho, se le considera uno de los tres componentes esenciales del llamado “Triángulo de la seguridad”, junto a los neumáticos y los frenos. El correcto funcionamiento de un amortiguador depende de diversos factores, como el estado de la carretera, la carga del vehículo, el kilometraje y efectos de desgaste como el frío, el calor y la humedad. En consecuencia, la acción de estos factores hace que el efecto del amortiguador se reduzca paulatinamente, hasta que deja de funcionar correctamente. Al no tratarse de un desgaste perceptible para el conductor, se aconseja realizar revisiones periódicas cada 20.000 kilómetros.

Batería

La batería debe mantenerse siempre limpia y seca, debemos comprobar periódicamente el nivel de electrolitos y que los bornes estén limpios.

Neumáticos

Mantener la presión adecuada en los neumáticos. Si las ruedas se encuentran bajas, nuestro coche deberá aplicar más potencia. Más potencia supone más combustible. Si al circular notamos vibraciones en el volante, debemos llevar el vehículo a un taller especializado para realizar alineación y equilibrado de las ruedas.

Luces

Comprobar el estado de las luces, su buen funcionamiento y la limpieza de los cristales. Las luces se desajustan con frecuencia y es muy molesto y peligroso deslumbrar a otros por un mala orientación de los faros.

Limpiaparabrisas

Comprobar el nivel de agua del depóstio de los limpiaparabrisas. Revisar el estado y calidad de las gomas de los limpiadores y rellenar el depósito con jabón especial para el parabrisas, de lo contrario puede rayarse.

Frenos

Alerta ante cualquier cambio cuando se pise el pedal. Con los frenos en mal estado necesitaremos más metros para parar el coche ante cualquier emergencia. Unos metros pueden significar la vida de una persona o varias personas. Es importante, por tanto, estar muy atento a cualquier variación anómala en el comportamiento del vehículo cuando se pisa el pedal de freno (puede irse para un lado, tardar en “reaccionar”, ruidos, chirridos, etc). No es fácil detectarlo, puesto que los componentes del freno se van deteriorando poco a poco, salvo que sea muy marcada la diferencia, en cuyo caso el paso por el taller debe ser inmediato. Además, el desgaste de los componentes del sistema de frenos depende mucho de las características de la conducción y también del medio habitual por el que ruede el vehículo (atascos en las ciudades, recorridos en montaña, con abundantes curvas, etc). Por eso, es muy importante que este sistema sea revisado por un especialista al menos una vez al año.

Lubricantes

Comprueba los niveles y utiliza el aceite adecuado si necesitas rellenar Los lubricantes tienen como función minimizar el desgaste de las piezas del motor, canalizar las partículas metálicas surgidas de ese desgaste hacia el filtro, ayudar a la refrigeración y evitar diminutas fugas en el circuito por sus propiedades sellantes. El período de vida útil de los lubricantes se ha elevado mucho en los coches modernos. Si hace 20 años, la media de cambio estaba en torno a los 5.000-8.000 kilómetros, hoy los fabricantes de vehículos hablan de reposiciones mucho más distanciadas, por encima incluso de los 30.000 kilómetros para sus nuevos modelos. Desde los talleres, consideramos que no se debería dilatar más de 15.000 kilómetros el cambio de lubricantes. Notamos que los motores sufren en exceso con períodos tan largos. A los usuarios, desde TALLERES FYF aconsejamos revisar periódicamente el nivel del depósito de lubricante (cada 1.500 kilómetros aproximadamente). Se está perdiendo una costumbre excelente que ahorra muchos sustos. Y, en caso de tener que reponer, siempre hay que optar por el tipo de lubricante aconsejado por el fabricante del vehículo para respetar las especificaciones técnicas concretas.

Filtros de aire

Un filtro en buenas condiciones garantiza que el aire que llega al motor no contiene partículas abrasivas. De esa manera, la combustión se realiza en las mejores condiciones y el consumo de combustible se mantiene en los niveles recogidos en el catálogo del vehículo, al igual que ocurre con las emisiones contaminantes. Es importante que el filtro se revise siempre en las operaciones de mantenimiento del vehículo. El final de su vida depende mucho de los lugares por los que se circula. De ahí que, en caso de andar por caminos polvorientos habitualmente, sea necesario proceder con mucha más frecuencia a su reposición que si se conduce por ambientes mucho más limpios.

Filtros de aceite

El desgaste normal del motor implica la aparición de partículas metálicas que se desprenden de los componentes y van a parar al lubricante. El filtro de aceite tiene como misión retener dichas partículas que perjudicar el rendimiento del motor o incluso dañarlo gravemente. Dado que los períodos de reposición de los aceites se han dilatado mucho en los vehículos nuevos y a pesar de que la calidad de los filtros ha mejorado de forma notable, resulta imprescindible reponer este elemento cada vez que se cambia el lubricante.

Filtros de habitáculo

Si el resto de los filtros que se montan en un vehículo tienen como fin garantizar la salud del motor del coche, el de habitáculo se ocupa de la de salud de sus ocupantes. ¿Cómo lo hace? “Atrapando” las partículas de polvo y los granos de polen que están en suspensión en el ambiente. Evitan, por tanto, que entren al vehículo y aminora su negativa incidencia especialmente en los alérgicos, además de proporcionar una sensación de limpieza y bienestar en el interior del habitáculo. Es conveniente reponerlos una vez al año, salvo que frecuentemente se conduzca por terrenos polvorientos o con mucha suciedad. Importante: un filtro colmatado tiene todavía peores consecuencias para la salud que la ausencia de filtro.

Filtros de combustible

Su funcionamiento difiere si se trata de vehículos de gasolina o diesel. En el primer caso, su labor consiste en eliminar las impurezas del combustible antes deque lleguen al motor, mientras que en los vehículos que funcionan con gasóleo sirven para eliminar el agua y evitar la corrosión de los elementos metálicos del motor. En ambos casos, su tarea es primordial para garantizar la salud del motor. Deben revisarse siempre que el vehículo entre al taller para su mantenimiento.